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Horarios y alimentación: el “túpper” como aliado en la oficina

Todos los seres vivos tenemos un reloj central que regula nuestra fisiología. En el caso de los humanos, tenemos instalado este reloj en el núcleo supraquiasmático, formado por un grupo de neuronas instaladas en el hipotálamo. Éste puede mantener autónomamente nuestros ciclos, pero necesita estímulos externos para evitar desajustes. La luz es el principal estímulo que ayuda a nuestro reloj central a mantenerse en hora.

A parte, nuestros órganos también tienen sus propios relojes, los relojes periféricos. En el caso del hígado, intestino o páncreas también responden a la luz, aunque su principal estímulo sincronizador es la comida. Es por eso que un correcto horario de comidas es un hábito imprescindible para mantener nuestro metabolismo en perfecto estado. También nos ayudará a prevenir ciertos trastornos del organismo como enfermedades cardiovasculares, diabetes o acumulación de grasa.

Hoy en día es difícil mantener horarios de alimentación estables, ya que las largas jornadas en la oficina, o el estrés de nuevos proyectos, pueden provocar desajustes en nuestra planificación horaria. Aunque esto sea una tarea difícil, deberíamos mantener una rutina alimentaria lo más estable posible y establecer un menú equilibrado.  

El “tupper” se puede convertir en nuestro mejor aliado para conseguir esta “misión casi imposible”. Es por eso que os proponemos una receta rica y sana pensada para nuestros queridísimos “tuppers”.

Ensalada de garbanzos

Ingredientes (para 1 persona):

Para la ensalada:

  • 1 tomate pequeño
  • 1/4 cebolla morada
  • ½ pepino
  • ½ taza de menta y/o cilantro.
  • 1/2 cucharada sopera de aceite de oliva.
  • Sal y pimienta.

Para especiar los garbanzos:

  • 100g de garbanzos cocidos.
  • ½ cucharada de comino molido.
  • ½ cucharada de pimienta de colores.
  • ½ cucharada de aceite de oliva.
  • sal al gusto.

Para el aliño:

  • 1 ½ de tahín.
  • Zumo de media lima.
  • 1 cuchara de café de ajo en polvo.
  • 2 cucharadas de agua mineral.
  • ¼ cucharada de aceite de oliva.
  • Sal y pimienta.

Preparación:

  1. Cortar en cubos pequeños el pepino pelado, el tomate y la cebolla, y reservar en un bol.
  2. Picar las hierbas y añadirlas en el bol. Añadir también el aceite y salpimentar al gusto.
  3. Poner el aceite de oliva, el comino, la pimienta de colores y la sal  en un bol diferente, mezclar bien y añadir los garbanzos previamente escurridos.
  4. Poner todos los ingredientes del aliño en un bol (el ajo previamente picado) y emulsionar con un tenedor.
  5. Colocar primero la ensalada en el “tupper”, después los garbanzos especiados y finalmente nuestro aliño.

Qué y cómo comer después de entrenar

Después de una sesión de ejercicio físico exigente, nuestro cuerpo necesita recuperarse para poder hacer frente a nuevos esfuerzos.

Una vez finalizado el ejercicio, nuestro cerebro puede engañarnos y hacernos interpretar la deshidratación como hambre, provocando así que esta sensación nos conduzca a comer más de lo que realmente necesitamos.  Así que el primer paso para recuperarnos es beber un buen vaso de agua antes de comer nuestro snack post-entreno.

Es muy importante incluir carbohidratos y proteínas en este snack. De hecho, esta últimas nos ayudan a recuperar y reparar nuestros músculos, ya que, mientras realizamos ejercicio intenso, el tejido fibrilar de éstos sufre micro-roturas. En esta comida deberíamos incluir alimentos como pan con cereales, fruta, verdura, huevo, carne magra, o vegetales con alto contenido en proteína.

Cuando acabamos de entrenar, nuestro cuerpo está diseñado para extraer en mayores cantidades, importantes nutrientes necesarios para nuestra salud y bienestar. Por tanto, para aprovechar esto, la primera hora posterior al ejercicio es el momento ideal para consumir nuestro tentempié.

Ejemplos de snack post-ejercicio reparador:

  • Yogur con frutas del bosque.
  • Hummus con crudités.
  • Batido de plátano, mantequilla de cacahuete y leche.
  • Muesli con leche.